La radiofrecuencia facial ayuda a combatir la flacidez, las arrugas, las líneas de expresión, y a redefinir el óvalo facial. También puede mejorar la luminosidad de la piel.
Es un tratamiento no invasivo e indoloro, que no requiere anestesia local.
Para obtener resultados óptimos, se recomienda una serie de sesiones iniciales, seguidas de sesiones de mantenimiento periódicas.